Tras preguntarnos qué pasaría si las plantas comestibles fueran bonitas, ahora nos centramos en las plantas ornamentales comestibles.
Entre las plantas ornamentales de sombra, las hostas siguen siendo una de las mejores fuentes para cocinar con sus hojas jóvenes (de las variedades más prolíficas), pero sobre todo las flores, que se pueden degustar crudas o fritas. Las flores de las lamium son verdaderos manjares dulces en primavera, especialmente Lamium orvala en la que son muy grandes. En cuanto a las flores vaporosas de la reina de los prados (Filipendula), una pequeña hora de infusión en una crema permite hacer un helado o una panacota con perfume a medio camino entre la vainilla y la almendra amarga.
Comer flores de plantas ornamentales todavía parece una idea extravagante y las corolas se utilizan en su lugar para colorear platos. Sin embargo, muchas estrellas de los macizos de flores de verano tienen sabores realmente ricos y más o menos potentes. Son capaces de aromatizar una ensalada o té, pero también de enriquecer pasteles, helados y mermeladas.
Las encontramos entre las plantas ornamentales anuales estacionales pero también en las perennes más o menos duraderas, siendo las mejores, por supuesto, las que resembran fácilmente, asegurándonos así hermosas cantidades con un mínimo de esfuerzo.
Recoger las plantas ornamentales comestibles temprano por la mañana
En verano, es entre 6 y 7 horas que las flores (y hojas jóvenes) son más frescas, cuando están llenas de jugos y sabores. Pero con algunas debemos esperar a que se abran los primeros rayos del sol (las del género phlox por ejemplo).
Otras ornamentales, como las hemerocallis, florecen más bien por la noche, y son menos buenas al día siguiente. Mantenlas frescas mientras esperas para servirlas, pero evita enjuagarlas, ya que eso distorsiona su frescura.
La paleta de agastache. Hisopo anisado (Agastache anisata) por ejemplo
Rápidamente forman bonitos mechones de tallos verticales con hojas más o menos alargadas y fragantes, cada una terminada con una espiga de floraciones azules, blancas, anaranjadas, salmones, etc., a su vez muy aromáticas.
En estas plantas las hojas y floraciones se pueden disfrutar crudas, por gula, en una ensalada o para acompañar un pescado crudo. Tienen un sabor a mentol muy pronunciado. Las variedades con flores más sueltas y colores cálidos (agastache mexicana, agastache aurantiaca y agastache cana y sus híbridos) son más aromáticas pero menos resistentes.
Se siembran o cortan fácilmente y para el cultivo de estas plantas ornamentales necesitamos un suelo rico y fresco. Se siembra en junio para plantar en septiembre y florecer al año siguiente. Las plántulas comerciales también se pueden instalar en la primavera.
¿Una taza de hemerocallis?
Los penachos de hojas generosas producen entre junio y septiembre (dependiendo de la variedad) innumerables flores de «lirio», floreciendo durante 24 horas. La gama de colores es amplia y si su sabor generalmente evoca a las judías verdes, algunas son más agradablemente picantes que otras, incluso a veces casi picantes.
Forman bonitos recipientes para unas cuantas grosellas, una hoja de menta, y se convierten en sabrosos bocados. Se pueden utilizar como corte para mousses salados o dulces, pero debemos tener cuidado de eliminar los estambres.
Preferiblemente elegir variedades con floraciones pequeñas. Los capullos de esta planta también se pueden consumir en encurtidos o incluso freírse rápidamente en un wok. El cultivo de estas plantas ornamentales será fácil a pleno sol, en suelo fresco y profundo. Perenne para ser multiplicado por división.
Entre la belleza de las plantas ornamentales la deliciosa monarda
Nos gustan mucho sus flores con volantes, tanto como el aroma del follaje que recuerda al té de bergamota (y lo convierte en un excelente sustituto, fresco o seco). Por ejemplo, la monarda didyma es un espectáculo que deberías tener en tu jardín.
Cada florete pequeño, blanco, rosado, rojo, violáceo o morado, dependiendo de la variedad, es una explosión de sabores: primero dulce y meloso en la base, y luego más mentolado. Son perfectos con frutas refrescantes y preparaciones dulces en verano. También dan sabor a los cubitos de hielo.
Se trata de una planta perenne de floración estival, que debe ser plantada en septiembre o primavera, en suelo fresco, pero bien drenado. A veces se resiembra a sí misma.
¿Un pequeño flox? Flox paniculata sería ideal
Atemporales y ornamentales, los flox (phlox) producen «ramos ya hechos» de floraciones púrpuras, rosadas, rojas, naranjas, azules, púrpuras, unidas o bicolores, con cinco pétalos más o menos anchos (formando una flor «estrellada» o redonda).
Algunas variedades desprenden un aroma dulce a primera hora de la tarde, que puede ser capturado infundiéndolos en agua, leche o crema para luego transformarse en sorbete o helado.
Su sabor dulce y picante también puede elevar un plato salado o el sabor de una ensalada.
El cultivo de estas plantas ornamentales no es complicado. Crece bien al sol o en semi-sombra, en suelo rico, permaneciendo fresco en verano. Plantar en primavera o en flor, durante el verano (la elección más fácil). Alcanza una altura de 60 cm a 1,20 m.
El mejor de los tagetes: Tagetes anisata
Echamos un vistazo a los eternos tagetes (clavel de China) para descubrir sus sabores. Estas plantas anuales ornamentales tiene pequeñas floraciones simples, amarillas o anaranjadas cobrizas, en la parte superior de los tallos ramificados. Estos están vestidos con hojas finamente compuestas que desprende un aroma a anís muy sutil que recuerda el aroma de estragón que también le valió el nombre común de estragón de México.
Úsalos para dar sabor a una ensalada o verduras crudas. El cultivo de estas plantas ornamentales es vía plántulas en mayo, después de las últimas heladas, al sol, en suelo profundo y bien aflojadas. Las raíces mantienen a los nematodos alejados del suelo (gusanos microscópicos).
